Introducción:

En Colombia la violencia ha sido un fenómeno persistente y grave en los Últimos 50 años. En la última década sus manifestaciones se han multiplicado, acentuado, degradado y se ha convertido en un problema cada vez más complejo. Así, en el contexto de una sociedad inequitativa (Violencia estructural), aparecen además la violencia intrafamiliar, la callejera, la delincuencial, la política, que se imbrican y retroalimentan, produciendo un cuadro muy particular y específico de este fenómeno en nuestro país.

Corrupción en relacion con la violencia:

La situación se hace más difícil por la ineficacia de la justicia que se expresa en los altos niveles de impunidad, que genera poca credibilidad en las instituciones y como consecuencia un escaso número de denuncias y, por tanto, la ausencia de reparación del daño causado a las víctimas. Esto abona el terreno para actuar los sentimientos de rabia y venganza favoreciendo, entre otras cosas, la reproducción y perpetuación de la violencia a través del uso de los mecanismos de «justicia» por mano propia.

Psiquiatría como rama de la medicina

Ante la crítica situación de violencia que vive nuestro país se hace imperativo que la Psiquiatría, como rama de la medicina que intenta entender la complejidad del ser humano desde una perspectiva individual y grupal, aporte elementos para comprender y tratar sus efectos emocionales y contribuye a la construcción de relaciones no violentas a una cultura de paz.

Salud mental y violencia

Es necesario que la psiquiatría retome el concepto de salud mental en su acepción más amplia, es decir, teniendo en cuenta la totalidad de los condicionantes que de manera interactiva determinan el concepto salud-enfermedad. El análisis de la relación entre salud mental y violencia debe además servir, en cuanto conocimiento técnico y científico fundamentado, para realizar pronunciamientos públicos que ayuden a sensibilizar a nuestra sociedad y a sus dirigentes sobre las serias repercusiones que este fenómeno tiene en la salud mental de las personas, la necesidad de promover espacios de resolución pacífica de los conflictos y, formular políticas y programas de atención y protección para la población más vulnerable. Por ejemplo, aportes desde la medicina le han sido útiles a organismos internacionales. Recientemente el Comité Internacional de la Cruz Roja, basado en conocimientos médicos, desarrolló criterios más objetivos y precisos para la definición de "sufrimiento innecesario y daño superfino"

Conclusión

Si bien, la contribución de la psiquiatría puede y debe ser muy importante, consideramos que de ninguna manera esta explica la totalidad de la violencia, haciendo imprescindible un espacio para escuchar e integrar los planteamientos de todas las disciplinas, que puedan aportar a la comprensión y abordaje de esta compleja situación.



RESUMEN